lunes, 5 de enero de 2009

De las aulas tradicionales a las aulas como Comunidades de Aprendizaje



Siguiendo el monográfico sobre las Comunidades de Aprendizaje de la Revista TE de la FE-CCOO, número 249 de Enero de 2004, hay un artículo titulado "las Aulas como comunidades de aprendizaje" de Javier Onrubia, del Departamento de Psicología Evolutiva y Educación de la Universidad de Barcelona, podemos concluir que cambiar el formato, las actividades y la organización de las aulas tradicionales por unas aulas transformadas en Comunidades de Aprendizaje (=CA), supone modificar los fundamentos de la educación magistral, basada en el profesor, para pasar a una enseñanza centrada en los alumnos como partícipes, cooperadores y organizadores de su propio aprendizaje. Veamos como puede ser esto, dado que todavía el impacto que tienen en la educación es bastante limitado y está ligado, mayormente, a grupos de innovación educativa y de investigadores de la educación. Profundicemos en sus características.
Dice el articulista que
"Las CA son contextos donde los alumnos aprenden gracias a su participación e implicación en colaboración con otros alumnos, con el profesor y con otros adultos, en procesos genuinos de investigación y construcción colectiva de conocimiento sobre cuestiones personal y socialmente relevantes".

Dado que la enseñanza tradicional no está dando respuesta positiva a las situaciones educativas actuales, surgen formas alternativas que tratan de promover un aprendizaje más motivador entre los alumnos. Aquí situamos a estas CA.
¿En qué se basan estas CA? Parten de varias premisas: 1) es creer que el aprendizaje individual va acompañado de la construcción colectiva del conocimiento y promueve que el alumno avance. 2) Creen que como el aprendizaje es un proceso, sobre todo, social, es necesaria la interrelación y cooperación entre las personas. Esto conlleva un cambio en la organización de las actividades en las aulas, pasando a grupos de investigación sobre temas previamente consensuados entre todos, utilizando distintas metodologías de trabajo. 3) Estas procesos remiten a actividades y tareas que deben ser, por un lado, auténticas (porque se asemejan a las que encuentran fuera de la escuela) y relevantes (porque remiten a problemas que los alumnos valoran personal y socialmente para su vida).


Pero ¿qué rasgos caracterizan a estas CA comparándolas con otras alternativas?
Sus rasgos definitorios (aunque no todos) pueden ser los siguientes: 1) utilizan distintos tipos de conocimientos y habilidades desde tareas globales y complejas; 2) simulan situaciones significativas para sus vidas; 3)son largos en el tiempo; 4) no se quedan en una simple solución, sino que buscan más de una solución posible; 5) fomentan las opiniones razonadas; 6) fomentan el trabajo cooperativo y dialogado; 7) usan diversas maneras de organizarse y agruparse en el aula; 8) utilizan diversas actividades, tareas y evaluaciones, desde un proceso investigador. A éstas, además, podemos añadir dos más: 1) la consideración de la diversidad como un recurso esencial a favorecer, dado que siendo distintos pueden aprender de lo que significa vivir en comunidad: capacidad para convivir, trabajar y aprender con otros. 2) Promover un aprendizaje autónomo y autorregulado por parte de los alumnos, porque asumen un mayor grado de responsabilidad al planificar, controlar y valorar su propio proceso de trabajo y su propio aprendizaje.


Si esto se está trabajando en las escuelas y da sus frutos, podemos creernos que la educación puede cambiar. Las aulas tradicionales están a punto de pasar a mejor vida, puesto que en una educación donde el alumno aprende a hacer las cosas por sí solo, a compartirlas, y a cooperar con otros en su propio aprendizaje es motivador y fomenta personas cooperadoras y no competitivas (en su acepción de machacar al otro para ponerme yo). Esperemos que en el futuro se vaya llegando a más escuelas y veamos a los padres también colaborando y cooperando en esa gran tarea que es "educarnos".

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